Si es la primera vez que vas a vivir de alquiler, casi seguro que te han surgido dudas alrededor de los gastos de los que te corresponde hacerte cargo que van inherentes a la vivienda que estás alquilando. Lo primero que debes hacer, es firmar un acuerdo con el propietario de la misma donde se indique y quede constancia de cómo se van a repartir esos gastos.
El dueño de la vivienda debería responsabilizarse de una serie de gastos por el simple hecho de ser el propietario de la casa en la que vas a entrar a vivir, tales como el pago del IBI, gastos que provengan de reparaciones o averías que surgen en el hogar estando en uso por los inquilinos o las tasas de comunidad, por ejemplo.
Eso sí, si estás pensando en irte a vivir de alquiler, debes tener en cuenta que hay ciertos gastos, que surgen cuando vives en ella, de los que tienes que hacerte cargo. Estos gastos a los que nos referimos son tales como la factura de agua, luz, gas o gastos individuales cotidianos.
Además, los inquilinos deben responder económicamente ante cualquier daño que sufra la vivienda, siempre y cuando haya sido ocasionado por ellos mismos. Pero, cuando alquilamos un inmueble para entrar a vivir, ¿quién debería responsabilizarse del gasto de la factura de internet?
¿Quién paga la tarifa de internet en una vivienda alquilada?
Lo primero que debes saber, es que existen varios tipos de alquiler, y hay que diferenciar entre ellos para poder responder a esta pregunta. Una vivienda puede ser alquilada para uso turístico, grupos de estudiantes, o bien para una estancia de larga duración.
1. Viviendas para una duración de larga estancia
Cuando una vivienda es alquilada para que alguien entre a vivir en ella durante un largo periodo de tiempo, es habitual encontrarse con que el propietario no tiene contratado un servicio de internet. Esto se debe a que los inquilinos, normalmente, quieren ser ellos los que consulten las compañías de internet y contraten el servicio que más se ajuste tanto a sus necesidades, como a su bolsillo.
El inquilino será quien deba hacerse responsable de los gastos que esto supone, ya que es un gasto que surge al estar habitando esa casa, y por tanto, el propietario no está obligado a pagarlo, tenga o no contratada una tarifa de internet.
2. Viviendas para uso turístico
Si te vas de vacaciones y has decidido alquilar una vivienda para esos días, es común encontrarse con que el propietario ya tiene contratado un servicio de internet, puesto que se trata de una estancia de pocos días, y es algo que se le ofrece a los inquilinos para su uso y disfrute durante sus días vacacionales.
Lo más habitual en estos casos es que el propietario sea quien paga este servicio mensualmente, ya que se trata de estancias muy cortas de tiempo y no sería útil ni para el propietario ni para los inquilinos, que estos tengan que contratar su tarifa.
Aunque es necesario aclarar que, aunque esto sea lo más habitual, el propietario no está obligado a correr con estos gastos.
Si vives en un piso compartido o de estudiantes, ¿quién paga este servicio?
Cuando un piso se alquila con la finalidad de que este sea un piso compartido o bien de estudiantes, pueden darse dos situaciones, o que el propietario tenga una tarifa contratada, o que no la tenga. Cabe destacar que, en ningún caso, el propietario debe responder económicamente ante este gasto.
Si el propietario no tiene ningún servicio de internet contratado, los estudiantes o compañeros de piso se verán en la libertad de elegir qué tarifa desean contratar, y serán ellos mismos los que se encarguen de pagar esta factura mensualmente, repartiéndose los gastos entre los miembros que habiten la casa. Para ello, será necesario que los inquilinos se informen sobre cómo contratar internet en casa y qué es lo que más les interesa.
Si el propietario ya tiene este servicio contratado, éste deberá comunicarle a sus nuevos inquilinos qué tipo de tarifa tiene la vivienda y cuánto es lo que deben pagarle mensualmente por hacer uso de ese servicio.
En cualquier vivienda alquilada, hay que dejar claro que los inquilinos son siempre los que deben correr con este gasto, dejando libres de esta responsabilidad a los propietarios.
